Toxina Botulínica
La toxina botulínica es utilizada en procedimientos estéticos para reducir la apariencia de arrugas y líneas de expresión.
La toxina botulínica es utilizada en procedimientos estéticos para reducir la apariencia de arrugas y líneas de expresión.
Sobre este procedimiento
La toxina botulínica es un producto del metabolismo de ciertas bacterias cuyos efectos pueden brindarnos excelentes beneficios. Existen varios subtipos de toxina, el más comúnmente empleado con fines estéticos es la toxina botulínica tipo A. Existen distintas marcas en el mercado, la más popular es BOTOX®. La aplicación de Botox es un procedimiento rápido y mínimamente invasivo cuyos resultados son visibles en menos de dos semanas.
La aplicación consiste en inyectar en el rostro pequeñas cantidades para disminuir la fuerza y el movimiento de ciertos músculos faciales que son los que ocasionan las arrugas.
Muy probablemente has notado arrugas en la frente, entre las cejas o alrededor de los ojos, y deseas mantener tu rostro joven. Para lograrlo, el tratamiento con Toxina Botulínica es una gran opción. Toma poco tiempo y da resultados excelentes.
Recuperación
¿Quiénes son Candidatos?
Los candidatos para el Botox son personas que buscan mejorar su apariencia estética o tratar ciertas condiciones médicas que pueden beneficiarse de la relajación muscular inducida por la toxina botulínica tipo A.
Candidatos Estéticos
Personas con arrugas:
Aquellos que tienen líneas de expresión visibles en la frente, entrecejo y patas de gallo (arrugas alrededor de los ojos).
Adultos de 18 a 65 años:
El Botox está aprobado para personas dentro de este rango de edad. Aunque es más común en personas de mediana edad.
Candidatos Terapéuticos
Personas con migrañas crónicas:
Aquellos que sufren de dolores de cabeza severos durante más de 15 días al mes y no han respondido bien a otros tratamientos.
Pacientes con hiperhidrosis:
Personas que experimentan sudoración excesiva en áreas como axilas, manos, pies o cara, que afecta su calidad de vida.
Personas con espasmos musculares:
Aquellos que tienen condiciones como distonía cervical (espasmos dolorosos en el cuello), blefaroespasmo (espasmos en los párpados) o espasticidad debido a parálisis cerebral u otras condiciones neurológicas.
Pacientes con vejiga hiperactiva:
Aquellos con incontinencia urinaria que no han respondido a otros tratamientos.
Sobre este procedimiento
La toxina botulínica es un producto del metabolismo de ciertas bacterias cuyos efectos pueden brindarnos excelentes beneficios. Existen varios subtipos de toxina, el más comúnmente empleado con fines estéticos es la toxina botulínica tipo A. Existen distintas marcas en el mercado, la más popular es BOTOX®. La aplicación de Botox es un procedimiento rápido y mínimamente invasivo cuyos resultados son visibles en menos de dos semanas.
La aplicación consiste en inyectar en el rostro pequeñas cantidades para disminuir la fuerza y el movimiento de ciertos músculos faciales que son los que ocasionan las arrugas.
Muy probablemente has notado arrugas en la frente, entre las cejas o alrededor de los ojos, y deseas mantener tu rostro joven. Para lograrlo, el tratamiento con Toxina Botulínica es una gran opción. Toma poco tiempo y da resultados excelentes.
Recuperación
¿Quiénes son Candidatos?
Los candidatos para el Botox son personas que buscan mejorar su apariencia estética o tratar ciertas condiciones médicas que pueden beneficiarse de la relajación muscular inducida por la toxina botulínica tipo A.
Candidatos Estéticos
Personas con arrugas:
Aquellos que tienen líneas de expresión visibles en la frente, entrecejo y patas de gallo (arrugas alrededor de los ojos).
Adultos de 18 a 65 años:
El Botox está aprobado para personas dentro de este rango de edad. Aunque es más común en personas de mediana edad.
Candidatos Terapéuticos
Personas con migrañas crónicas:
Aquellos que sufren de dolores de cabeza severos durante más de 15 días al mes y no han respondido bien a otros tratamientos.
Pacientes con hiperhidrosis:
Personas que experimentan sudoración excesiva en áreas como axilas, manos, pies o cara, que afecta su calidad de vida.
Personas con espasmos musculares:
Aquellos que tienen condiciones como distonía cervical (espasmos dolorosos en el cuello), blefaroespasmo (espasmos en los párpados) o espasticidad debido a parálisis cerebral u otras condiciones neurológicas.
Pacientes con vejiga hiperactiva:
Aquellos con incontinencia urinaria que no han respondido a otros tratamientos.
AGENDA TU
CONSULTA HOY
Procedimientos con tecnología avanzada y un enfoque
personalizado para brindar siempre los mejores resultados.
PREPARACIÓN PARA EL PROCEDIMIENTO
La piel debe estar limpia y libre de maquillaje, cremas o lociones.
Se aconseja evitar el consumo de alcohol al menos 24 a 48 horas antes del procedimiento para reducir el riesgo de hematomas y sangrado.
Mantenerse bien hidratado es importante para una piel saludable y una mejor recuperación.
Evitar tratamientos agresivos de la piel (como peelings químicos o tratamientos con láser) en la semana previa al procedimiento.
Se recomienda evitar ciertos medicamentos y suplementos que pueden aumentar el riesgo de sangrado y hematomas, como aspirina, ibuprofeno, vitamina E, y algunos suplementos herbales.